miércoles, 29 de octubre de 2008

Vier minuten (Alemania, 2006)

escrita y dirigida por Chris Kraus

En el cine ya todo se ha hecho, todas las historias se han contado y cada película que vemos en alguna ocasión nos da el sentimiento de “Deja vu”. Así que ¿qué se puede hacer para captar la audiencia? “fácil” saber contar la historia.

A lo largo del cine se ha narrado la historia de un adulto con pasado tratando de reformar un joven rebelde con talento, “Vier minuten” es exactamente esta historia.

Ganadora de mejor música en la muestra de cine de este año, la obra de Chris Krauss es exactamente eso, una obra maestra musicalmente en donde la banda sonora es tan rica como las obras compuestas para una historia en donde dos genias del piano se enfrentan.

Y es precisamente cuatro minutos (el significado de Vier Minuten en español) lo que necesitamos para que está película nos cautive. Con una cercanía de dos horas de una historia muy bien contada no dejamos de presenciar lo mismo que hemos visto en otra obra, el progreso de la estudiante y de la maestra, pero es la pieza final que la estudiante, con una reverencia, dedica a la maestra en los últimos cuatro minutos de la película.


Jenny (Hanna Herzprung) en una de las escenas reveladoras y datan la película de predecible hace recordar a “The Pianist” de Roman Polanski en donde el personaje de Adrien Brody sin tocar el piano que tiene al frente hace los gestos de estar tocando la tonada que de fondo escuchamos.

El dueto de Herzprung como la estudiante rebelde y Monica Bleibtreu como la maestra de un oscuro secreto es uno de los mejores que he visto en este tipo de historia y sin lugar a duda “Vier Minuten” fue una de las mejores películas que pude presenciar en la sala de cine.

Con esta concluimos el repaso de la X Muestra Internacional de Cine en donde quedé cautivado por la argentina XXY, las alemanas Wer früher stirbt ist länger tot y Hanami; y por supuesto la mexicana Luz Silenciosa, considerada para muchos la mejor de la muestra.

“Septiembres” de Carlos Bosch ocupa un lugar especial, luego comentaré sobre este documental y muchas cosas que aprendí durante un seminario de dos días con el director catalán.
Para una mejor reseña sobre la muestra pasar por aquí.

Nevando voy (España, 2008)

Escrita y dirigida por Candela Figueira y Maitena Muruzabal



Si alguien tenía la duda de que si era posible o no representar la rutina en una película y no aburrir a la audiencia “Nevando voy” da la cara y grita que si es posible.

Aunque como rutinaria y reiterativa que se vuelve la película, y que a mi opinión no era para un largometraje (más para un mediometraje), empero, Candela Figueira y Maitena Muruzabal logran hacer una buena entrega independiente que a pesar de “cursi” es una película que la disfrutamos todos.

Centrada en una fría empacadora de cadenas para neumáticos, 4 empleados conviven de la misma manera que el tiempo atmosférico hasta que la joven Angela (una hermosa Laura de Pedro) rompe el mundo rutinario y convierte el trabajo en una ruleta rusa que convierte a los desconocidos en mejores amigos.

“Nevando voy” es un buen ejemplo del cine narrativo sencillo y de bajo presupuesto, la entrega cinematográfica española, coordinada por el dueto Figueira y Muruzal es un primer experimento que vale la pena tomar en cuenta.

Ambas directoras, dominaron bastante la creación de sus cuatros actores principales, y la reiteración de imágenes (ejemplificando la rutina) a larga le funcionó para la evolución de los personajes.

Vale notar (claro como soy hombre) la presencia de la beldad española Laura de Pedro, que como muchos roles importantes, su ausencia en la pantalla nos hace falta pero cada vez que su rostro y su cuerpo aparecen (que fue el detonante para sacar de la rutina a los compañeros) nos llega como aire fresco. Las actuaciones son buenas no se equivoquen.

Esta pequeña producción es un ejemplo de lo mucho que se puede hacer cuando se tiene un buen concepto de narrar una historia, ambas directoras manejaron de forma excelente lo que querían contar de principio a fin.

lunes, 27 de octubre de 2008

Famila Tortuga (México, 2006)

escrita y dirigida por Rubén Imaz
En México las producciones independientes tienden a ser muy ricas narrativamente, pero lamentablemente no es el caso de Familia Tortuga.

Partiendo de que solo sabemos que la madre y esposa de una familia ha fallecido y está familia se encuentra en una crisis económica en víspera del ¿aniversario? de la muerte de la progenitora comenzamos a observar pausadamente esta Opera Prima mexicana.

Ruben Imaz consigue mostrarnos algo muy real, los conflictos entre los integrantes de la familia son muy buenos, no tan preparados para pantalla como se pueden observar en otras entregas cinematográficas, pero más nada, Imaz no aprovecha su buen trato con sus actores para conseguir narrar la historia que quiere.

En un solo día “eterno” conocemos los dilemas de una chica con su novio, dealer y consumidor de drogas igual que ella, que claramente no está solamente con ella; vemos las dudas de un joven tímido y misterioso; un tío muy entrado en edad preocupado por sus tortugas y un padre claramente preocupado por el bienestar de su familia.

Ahora bien, la crisis que viven no la conocemos del todo, situaciones claves para la audiencia como lo que ha quedado después de la muerte de la madre no se no es claro y hace que uno se pierda en la actitud incoherente, principalmente de la hija.

Al parecer a Imaz le faltó entender que para la audiencia no basta exponer una clara crisis familiar, tan bien expuesta como lo hizo, si uno no tiene un conocimiento del ¿porque?, o sea, uno admira la puesta en escena pero al final le parece a uno vacía y sin sentido.

Lo bueno: es que como director, Imaz puede llegar a presentar alguna joyita independiente en el futuro.

Lo malo: que tan buen retrato de una crisis familiar a lo largo de la película se pierda.

Darling (2007, Suecia)

escrita y dirigida por Johan Kling
Con la evolución del mundo y la denominada globalización, ya las generaciones se hacen diferentes con tan solo pocos años de diferencia, oí decir en un momento que quién duerme un año se despierta en un mundo desconocido y como va el mundo esto es más que una realidad.

En el caso de "Darling", la diferencia de edad entre los dos protagonistas son la clásica diferencia de generaciones: por un lado tenemos al hombre mayor que ha obtenido todo mediante el sudor de su frente y que su situación actual lo obliga a salir del retiro para poder subsistir y del otro lado tenemos a la chica mantenida que no sabe lo que quiere y que está acostumbrada a no hacer mucho esfuerzo para vivir.

Eva, es hermosa pero claramente infeliz. Su vida gira a una rutinaria nocturna en ambientes banales. Bernhard es un pensionado ingeniero que busca desesperadamente un trabajo para mantener la alzada renta de su casa en la que se ha quedado solo luego de su divorcio.

El giro de la vida lujosa de Eva viene cuando su madre decide mudarse con su novio rico fuera de Estocolmo, lo que la deja a ella en un piso de soltera y todas sus responsabilidades a lo que cómicamente ella responde “el dinero no me da, después que compró ropas y accesorios no tengo para pagar el piso y ya tengo cuatro meses de atraso”.

En “Darling” ambas situaciones de nuestros protagonistas llegan a un encuentro en uno de los McDonalds de la ciudad, en donde Eva busca completar los meses necesarios para recibir un sueldo de desempleo y Bernhard lo suficiente para vivir aunque sea en un ventorrillo.

Con muy buenas actuaciones de sus dos protagonistas, “Darling” oculta un poco las fallas en dirección por parte de Johan Kling pero no escapa que la película se convierta en peso muerto sobre la audiencia.

A pesar de que cuenta una historia interesante, transiciones largas como disoluciones a negros frecuentes hacen ver que la película de 93 minutos de duración parezca de cuatro horas.

Empero, como crítica a la sociedad actual “Darling” hace un buen trabajo. La representación de una sociedad juvenil pedante y la de la realidad de las personas adultas cuando todos sus años de trabajo no le han servido de nada es algo para tomar en cuenta cuando uno sale de la sala de cine.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Wer früher stirbt ist länger tot / Decisiones de ultratumba (Alemania, 2006)

escrita y dirigida por Marcus H. Rosenmüller


¿Puede un niño tenerle miedo al purgatorio y encima convencerse de ser un asesinato y de que tiene que enmendar las cosas? Estos son los problemas de Sebastián, un niño que un día descubre que su madre murió el día de su nacimiento y que su hermano le hizo creer que fue él quién la mato.

En "Wer früher stirbt ist länger tot" encontramos la comedia riquisíma que los alemanes saben realizar, ¿alguien recuerda la comedia/musical “Der Schuh des Manitu”?, bueno pues está es una de las mejores comedias que he visto.

Sebastián es a lo mejor el chico criado en el infierno, sus maldades son tanto increíbles como imperdonables, en la película podemos ver como las enumeran en sus sueños de juicio final y en sus declaraciones por radio en vivo, pero es su resolución conseguirle una nueva pareja a su padre y convertirse en una estrella de rock como John Ferdinand Woodstock, Jimi Hendrix, Elvis Presley o Kurt Cobain y de está forma evitar el purgatorio.

Lo primero que se destaca de esta entrega es el brillante guión que tiene y luego la excelente actuación de Marcus Krojer como Sebastián Schneider, que a pesar de conocer todas sus malcriadezas y presenciar una de ellas en uno de los primeros actos de la película, se gana el amor cada vez más mientras pasan los minutos de la película.


La familia Schneider

Partiendo de una familia disfuncional, o sea, un padre que desde la muerte de su esposa habla poco y menos se ríe, un hermano obsesionados con los animales que cuidan y Sebastián que no ve la hora de hacer otra de sus fechorías “Wer früher stirbt ist länger tot” es una entrega que todo el mundo sabrá apreciar.

Las transiciones son tan buenas y adecuadas que la película nunca pierde su ritmo, aunque algunos problemas de cinematografía son claros en cuanto a enfoque y desenfoque son obviados por la perfección de todo lo demás.

De manera disfrazada tocando las sendas del destino “Wer früher stirbt ist länger tot” tiene, fuera de Sebastián, una comedia romántica del lado del padre que como tal se nos hace predecible pero la conclusión es tan encantadora que uno la disfruta, nada de que me enamoré a primera vista ni de estamos destinados uno con otro, si no que la entrega se mantiene fiel a los deseos del pequeño de librarse del purgatorio que un pequeño conjuro infantil resuelve el problema de soledad de su padre.

En fin, esta obra “perfecta”, escrita y dirigida por Marcus H. Rosenmüller es una de las mejores que he visto este año, y de haberla visto en el año de su difusión (2006) hubiese estado en mi lista de las mejores para ese año.

martes, 7 de octubre de 2008

Perro come perro (Colombia, 2008)

co-escrita y dirigida por Carlos Moreno

De primera orden tengo que decirlo, Colombia no es una buena industria cinematográfica y al creer que “Perro con perro” sería la excepción, me equivoque rotundamente.

Está última entrega, vanagloriada y seleccionada para representar a Colombia en los premios Oscar (buena suerte), me hizo recordar aquellas visitas tortuosas visitas que hice a la Cinemateca durante la Feria del Libro de 2007 dedicada al territorio colombiano.

“No hay peor experiencia cinematográfica que varias películas malas en la Cinemateca”.

Lo primero es que el prologo de la película no dice nada, y encima ya tenía uno o dos minutos cuando entre en la sala, pero es lo mejor de la entrega (¿que raro no?) para luego dar cabida a unos créditos dignos de una serie de televisión.

"El orejón" (Blas Jaramillo) en una de las escenas de la película

Con un guión trillado hasta en “español colombiano” pasamos a actuaciones exageradas, en especial la de Blas Jaramillo como “El orejón” un villano que además de que no es orejón no influye temor, y amenaza con desatar risa pero ni eso solo un ¿y ete tiguere? se le puede dedicar.

Lo irónico de Perro come perro, es que en los créditos, uno de los cuerpos técnicos es descrito como “encargado de cinematografía y steadycam” y lo menos que hay allí es “steady” el temblor de los handhelds y las tomas de movimientos no es en ningún momento artístico o entretenido, es simplemente una técnica mal utilizada y en exceso.

A fin de cuentas, tenemos un personaje que se nos hace relevante al principio y luego lo desaparecen con un simple “parece que le dio un infarto al pobre Don Pablo”. Esto, más “plots” extras que nada aportan y no se desarrollan en lo más mínimo para ayudar a la película, aunque uno de estos da risa, le da a uno un trago amargo que en los minutos finales no encuentra la forma de hallar el fondo.

“Perro come perro” no es el debut cinematográfico del que Carlos Moreno debiera sentirse orgulloso a pesar del “bombo” que anda recibiendo, pero si logró captar varias escenas, la fotografía y la colorización en ocasiones era magistral, que le dejan entre dicho a uno que Moreno puede tener un largometraje de calidad en el futuro.

XXY (Argentina, 2007)

escrita y dirigida por Lucia Puenzo
Si uno creía que era difícil realizar y presenciar una narración audiovisual que tratará sobre la sexualidad adolescente, imagínate una que tratara sobre esto pero con una historia mucho más delicada.

Basada en el cuento “Cinismo” de Sergio Bizzio, Lucía Puenzo, veterana guionista y ahora primeriza directora, narra la historia de una adolescente de 15 años que esconde el secreto de la masculinidad entre sus piernas.

XXY es sin duda alguna una película que uno hubiera preferido no saber nada de ella en el momento en que entra a la sala de cine pero para poder lograr esto es obligatorio también omitir el título de la misma.

XXY es conocido como el Síndrome de Klinefelter o ambigüedad de sexo. Los hombres tenemos los cromosomas XY y las mujeres XX, en este síndrome se presentan ambos XXY y estas personas contienen rasgos de ambos sexo.

Ahora en XXY (la película) Puenzo destaca un buen conocimiento en el uso de los primeros planos y de explotar al máximo las expresiones de sus actores.


Inés Efron (Alex) y Ricardo Darín (Kraken)

A la clara calidad cinematográfica de la realizadora argentina se le agrega el buen guión que no deja que la historia se caiga en ningún momento y las excelsas actuaciones del reparto argentino. Destacando al veterano y siempre ejemplar Ricardo Darín.

Empero, es la actuación de Inés Efron (Alex) como la joven “hermafrodita” que logra captar a la audiencia. Ese atrevimiento e independencia adolescente mezclado con la dulzura y el pesar de su existencia son personificados por una Efron que merece todos los reconocimientos que junto a ella a ganado la película.

XXY ha recibido el Gran Premio de la Semana de la Crítica en Cannes 2007, mejor película extranjera de habla hispana en los Premios Goya 2007 y de seguro será una de las contendientes fuertes para la sección de Opera Prima de nuestra Muestra Internacional de Cine de Santo Domingo.

jueves, 2 de octubre de 2008

Hanami (2008)

escrita y dirigda por Doris Dorrie
"Now, we´re two cabbage rolls"
La Muestra Internacional de Cine de Santo Domingo siempre trae entregas frescas y alejadas de lo que cotidianamente recibimos en la pantalla grande. Este año, como los anteriores, la Muestra promete mucho y su película de apertura “Hanami” es prueba de ello.

Doris Dorrie, la veterana escritora y directora alemana, viene a demostrar porque es una de las favoritas en los diferentes festivales mundiales, y su historia de cómo lidiar con la muerte de un ser querido es tremendo éxito.

En “Hanami”, Dorrie narra la historia de un envejeciente que pierde a su compañera de vida y se ve en un proceso de experimentar todo lo que su amada esposa adoraba en vida.

Partiendo de una historia similar pero mejorada de “About Schmidt”; Rudi Angermier es un sesenta añero rutinario que decide ver otro lado de la vida cuando su compañera Trudi muere de una enfermedad en su cama.

(…) Vale destacar que Hanami es: es la tradición japonesa de observar la belleza de las flores, pero por lo general se asocia esta palabra al período en que florecen los cerezos y en el que los japoneses acuden en masa a parquez y jardines a contemplar los cerezos en flor. De finales de Marzo a principios de Abril, los cerezos florecen por todo Japón, de sur a norte acorde a los distintos climas existentes en las diversas regiones. (…) gracias Wikipedia.


Rudi viaja a Japón para visitar a su hijo menor Karl y realizar un viaje que su esposa toda su vida anheló. A principios de este viaje “Hanami” no transporta a una porción de la historia que nos recordaría a “Lost in translation” de Sofia Coppola, pero nada que ver.

En esta genial entrega alemana, Dorrie describe como un hombre lidia con la pérdida de su amada, armándose de valor y buscando conocer del todo a la persona que por tantos años estuvo a su lado.


El excelente guión supera una deficiente edición, en donde el uso de tomas de transición era excesivo y torno la película larga y en momentos sonsa. Incluso al principio, uno pudiera confundirse hasta el punto de perder la noción de quién es realmente que importa en esta historia.

Lo que si logra “Hanami” es mostrarnos un Japón más espiritual y más encantador que lo que pudo mostrarnos Coppola en su película. Los cerezos y el Butoh (danza de la oscuridad japonesa) son piezas claves de la belleza que experimenta el héroe de la película.

Es bueno ver cine diferente por esta media isla, siga esperando más reseñitas tanto de las buenas como de las malas entregas que yo presencie en la Muestra de este año.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Tropic Thunder

co-escrita y dirigda por Ben Stiller
Lo que siempre se puede esperar de una película con Ben Stiller (sea como actor, director o ambas) es que la entrega será una perfecta excusa para quedarse frente a la tele disfrutando de lo que eventualmente será un “guilty pleasure” o una peli de culto. “Thunder” es esto y más.

“Tropic Thunder” es la quinta película dirigida por Ben Stiller. Stiller ha dirigido otros proyectos destinados para televisión, pero sus trabajos más conocidos para la pantalla grande han sido “The Cable Guy” (1996), “Zoolander” (2001) y está última.

Stiller, en este 2008, ha superado por muchos sus antiguas películas, haciendo de Tropic Thunder su mejor trabajo detrás de cámara pero, y aquí pierdo la objetividad, Thunder para mí no tiene el “freakish” (si me permiten el termino) de las dos anteriores.

No me malinterpreten, “Tropic Thunder” es una sátira genial que no solo se burla de las películas de guerra sino de toda la industria hollywoodense y lo irónico es que Thunder es una película hollywoodense.

La película no tiene nada que envidiarle a otras películas bélicas en su puesta en escena de la jungla, contiene un ávido e interesantísimo guión, pero lo único que se asemeja al mundo de Stiller son los personajes de Downey Jr. (un australiano que se somete a una cirugía facial para salir negro y que mantiene una personificación de un hombre de color) y el extenso cameo de Tom Cruise.

"Get Some"

En “Tropic Thunder” podemos encontrar todas las opciones de sátira que se han utilizado, Stiller sin duda alguna recurre a escenas memorables de películas como “Platoon” y “Apocalypse Now” para mofarse de ellas pero es el palabrerío de Downey Jr. el que carga con la película, en ocasiones uno no puede esperar oír que Downey abra la boca.

La película puede ser aclamado por los críticos y todo, y se lo merece, pero del mundo de Stiller yo sigo quedándome con las loqueras de “Cable Guy” y “Zoolander” (si lo dije y que) porque por favor no me digan ustedes que en algún punto de su existencia “The look” de Zoolander no los hizo reír.