viernes, 18 de septiembre de 2009

Public Enemies (2009)

dirigida por Michael Mann

Desde que en 1995 Michael Mann nos trajera “Heat” protagonizada por dos pilares de la actuación (Al Pacino y Robert Deniro) ha sido un “modus operandi” por parte del director norteamericano utilizar a dos actores de mucha fuerza en el momento y ha probado ser un éxito. La aclamada y genial “Collateral” contó con Tom Cruise y Jamie Foxx; y la muy buena y entretenida “Miami Vice” con Colin Farrell y de nuevo Jamie Fox.

En el caso de “Public Enemies” los pilares actorales recaían en el carismático Johnny Depp y Christian Bale en una combinación que no le funcionó tanto como las anteriores.

En la última entrega, es todo sobre John Dillinger (Johnny Depp), tanto así que se siente que el personaje sale en cada uno de los planos de largometraje. Esto evita que la dualidad de actores altamente publicitada no funcione. “Melvin Purviss” (Christian Bale) no es más que un actor de reparto un tanto lejano, que su presencia en pantalla no es más ni menos importante que la de los demás que completan el “cast”.

Sin embargo, esto no es lo único que sufre la producción, que aunque me pareció bastante interesante en la forma visual en que fue narrada, vale destacar que la exageración de técnicas de Mann, si las lleva a un punto más alto en su próximo proyecto caería en el rotundo fracado.

El cambio constante de imagen, uno que da la impresión de que se utilizaron formatos diferentes, y la escena final que visualmente se ve muy quemada pueden, y le ha pasado, encontrar el rechazo en la audiencia. Esto, y el hecho de que solo tres actores (Depp, Bale y Billy Crudup en el papel de J. Edgar Hoover) se mantuvieran en el rol y con el lenguaje de ese época mientras que todos los demás hablaban como quisieran, es un tanto decepcionante.

“Public Enemies” no es del todo mal, sus escenas de acciones, concentrándose bastante en los lugares específicos donde ocurrieron y la técnica inventada y en ocasiones bien utilizada de Mann hacen a veces de la entrega una joyita del cine pero nada más.

Para la próxima mi respetado y amado Michael Mann, en vez de tanto caos y experimentación, déme un poquito más de “Heat” y de “Collateral”.

"¿Alguien ordenó personas?"

viernes, 11 de septiembre de 2009

The Hangover (2009)

dirigida por Todd Phillips

Desde la palabra “Ok” y enseñar el dedo del medio, me parece que no ha habido algo más universal que contar la historia que conllevó a una resaca mañanera, o en este caso, tratar de contarla.

Todd Phillips logra su mejor paquete de risa en la alocada “The Hangover”. El realizador de “Starsky and Hutch” y la aclamada “Roadtrip” logra definir perfectamente lo que es una noche de parranda y que mejor sitio para narrarlo que la ciudad del pecado, Las Vegas.

En “The Hangover” encontramos una narración que se toma su tiempo en ser desglosada, no va de un golpe de risa a otro como en ocasiones pasa con este tipo de comedia, el guión trabaja las situaciones absurdas y extravagantes que según tenemos entendido solo pueden ocurrir en Las Vegas y que este cuarteto encuentra la forma de caminar justamente hacia todas esas situaciones.

La entrega es un largometraje bastante divertido, a medida que va pasando el tiempo “The Hangover” deja de ser una película de chicos de parranda y se convierte en una maquina de hacer reír y de situaciones embarazosas y un tanto “desagradables” que dejan a la audiencia pensando “¿y que viene después?”.

Lo irónico de esta pieza, es que una de sus riquezas es el guión y quienes escribieron esta entrega, Jon Lucas y Scott Moore, no son conocidos por entregar buen material, de hecho, fueron los culpables de “Ghost of girlfriends past” lo que hace una de dos cosas: o que ambos llegaron a su punto creativo o esto exalta la grandeza de Phillips en cuanto a dirigir comedia.

Empero, está película puede que tenga a cuatro personajes protagónicos, dos de ellos hombres atractivos, uno de ellos medio nerd y domado por su novia y por último el feo gordito que está a punto de ser el cuñado de uno de los protagonistas. Es precisamente Alan Garner (el feo gordito) personificado por el comediante de pie Zack Galifianakis quién se roba el show y es el alma de la entrega, por esto en el transcurso de la película vemos como su personaje acapara cada vez más tiempo en pantalla y a uno solo le queda preguntarse con que saldrá ahora este personaje.

Este es un buen inicio en el mundo cinematográfico para Galifianakis quién ya tiene más producciones por venir dentro de su portafolio hacen que “The Hangover” se convierta, en un género dominado por las producciones de Judd Apatow, en una de las películas más cómicas del año.

¿un abrazo?