dirigida por David Fincher
Cuando leímos la historia corta de F. Scott Fitzgerald, nos pareció, precisamente, bastante “curiosa”. Un bebe nace con facultades avejentadas y su proceso de crecimiento es uno contrario al de todos los demás, es hacia la juventud y niñez que trasciende su vida.
Cuando el breve cuento llega a sus letras finales, lo encontramos apresurado y escaso de las ricuras que envolvían a su personaje principal, esto no ocurre en su adaptación cinematográfica. Eric Roth, su guionista, camino la extra milla.
Roth creó una nueva historia, un guión envidiable que explora la vida a través de la peculiar historia escrita por Fitzgerald pero es Fincher, quién como siempre, pone su estampa principal en otra adaptación al cine espectacular.
David Fincher no es ningún novato cuando se trata de expresar visualmente un material previamente publicado, lo hizo de manera espectacular en entregas como Zodiac y la reconocida Fight Club, sin embargo, es Benjamin Button que le da ese empujón extra para ser debidamente reconocido y encima amado por la audiencia.
Fincher sabe perfectamente donde debe estar cuando cuenta su historia lo que lo hace un muy buen narrador audiovisual. La vida de Benjamin se mueve tan pausada y tan rica que uno aprende a disfrutar junto al personaje las apreciaciones que se le aparecen en su ya “curiosa” vida.
Las actuaciones están a punto, Brad Pitt se la luce y hace que uno se sacudiera la idea de pensar que vería al mismo de “Meet Joe Black” pero no fue así y su actuación fue autentica, una de las mejores de su carreras pero un poco sobrevalorada con todos los premios. Por su parte, Cate Blanchett es indudablemente una gran actriz sus cambios de animos, típicos de una mujer que cree saber lo que quiere, son cautivantes y le dan ese toque de belleza que haría a cualquier hombre obsesionarse.
En muy raras ocasiones un material fílmico supera la obra literaria, pero Fincher lo ha logrado hacer ya en tres ocasiones. Primero fue transportar el deseo autodestructivo de Chuck Palahniuk y su Tyler Durden, luego expresando la angustia, paranoia y desesperación de Robert Graysmith y su asesino del zodiaco y ahora con esta hermosa entrega sobre la peculiar vida de un hombre extraordinario.
Y es que, en cuanto a evolución de personaje, Benjamin Button es una película magistral, como hace mucho que no veía una entrega cinematográfica, es sofocante (en el buen sentido), hermosa y llena de peculiaridades y sentido de vida que uno no puede dejar de disfrutar y que de alguna forma se logra presentar en los minutos finales.
Fincher es un narrador magistral definitivamente y si me lo preguntan a mí Roth debió estar nominado por mejor guión original porque solo toma la premisa de la curiosidad del caso de Button pero la historia es una totalmente diferente y en mi opinión muchísimo más rica que la de Fitzgerald. Top 5 on my 2008 list!
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