lunes, 23 de marzo de 2009

The Wrestler (2008)

dirigida por Darren Aronofsky

No importa el género que se use para una película en donde se haga alusión al tema de la lucha libre, me tendrá de cabeza en el cine y seguro será, si es buena una de mis favoritas, si es mala o ridícula, uno de mis placeres culpables.

Sin embargo, The Wrestler de Darren Aronofsky es una de las mejores películas que he visto en mucho tiempo, una de sus principales razones, la sorprendente actuación de Mickey Rourke, definitivamente la mejor del año.

Desde un principio, en los créditos de apertura, Aronofsky crea una sensación de nostalgia, dandonos a conocer que ese luchador acabado Randy “The Ram” Robinson (Rourke; a quién conocíamos de los trailers) fue en un momento el ícono de la lucha. Esas transiciones de carteles anunciando los eventos de la lucha y los anunciadores gritando a todo pulmón el nombre de “The Ram” hace que la presentación del personaje dormido en una “van” nos de el golpe necesario.

Mickey Rourke deja todo en pantalla. “The Ram” puede ser desde hasta el más simpático hasta el más desolado hombre de la tierra (que es lo que parece). Rourke rompe los esquemas y trae un personaje a la vida, que a pesar de ser negado por los premios Oscar, será la representación más recordada del 2008.

Por su parte, los personajes de reparto lo hacen igual de genial, no podía esperarse menos de ellos que tenían que enfrentarse a la fuerza del personaje de Rourke. Marissa Tomei y Evan Rachel Wood, como las contrapartes femeninas, son soberbias. Tomando en cuenta que los premios Oscar han tenido nominaciones a roles que no consumen tanto tiempo en pantalla (Goerge Clooney en "Syriana" y William Hurt en "A history of violence"), Rachel Wood debió pertenecer a este grupo.

El trabajo detrás de cámara no se queda atrás, Aronofsky, junto a su cinematógrafo Maryse Alberti, demuestran la fuerza de las técnicas que destacan un trabajo independiente. Los planos son los correctos y la decisión de seguir a “Ram” por gran parte de la película en donde se veía su espalda le da un cierto aire de misterio a uno le da ese toque de uno no saber como va aceptando el personaje todo lo que se le presenta al frente.

Vale destacar la escena en donde el personaje de Rourke pierde definitivamente a su hija. Stephanie (Rachel Wood) se limita a mirar al vació y decirle que es “un acabado y que ella no pasará más de lo mismo” mientras que Robinson trata de enmendar su error abrazándola, es una de las escenas claves de la película, solo le llega cerca en las que comparte con Marissa Tomei, en especial una de las escenas finales en donde describe que solo en el mundo real lo lastiman, que dentro del ring el no puede ser lastimado.


The Wrestler le dará un nuevo enfoque a los fanáticos y no fanáticos de la lucha libre sobre la vida de un luchador y los riesgos que se toman. Una de las mejores películas del año, ha habido muchas de este tipo, Rourke fue de verdad espectacular, en mi opinión superando al Che de Benicio del Toro, al Milk de Sean Penn e incluso a Walter Vale de Richard Jenkings en “The Visitor” (una de mis películas y actuaciones favoritas del 2008).

Para cerrar, es tan completa la película que incluso la canción escrita y cantada por Bruce Springsteen es un placer de 5 minutos que refleja la nostalgia y angustia de, ahora, uno de los personajes históricos del cine Randy “The Ram” Robinson.

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