jueves, 6 de noviembre de 2008

Nights in Rodanthe

dirigida por George C. Wolfe

Debe ser increíble saber que tu primer largometraje ser protagonizado por el par de Diane Lane y Richard Gere y que además es la adaptación de una novela de Nicholas Sparks (escritor de novelas llevadas: A walk to remember, Message in a bottle y The Notebook) pero es un éxito asegurado, bueno no.

George C. Wolfe, director de largometrajes y proyectos televisivos, hace el brinco al cine con la nueva adaptación del escritor de novela romántica Sparks "Nights in Rodanthe" que trae de encuentro a dos personas que tienen mucha chispa en situaciones cinematográficas amorosas Lane y Gere (anteriormente trabajaron juntos en Unfaithfull) y los pone en un lugar totalmente paradisiaco.

"Rodanthe"

En un hotel donde no hay más que playa alrededor, Adrienne Willis (Lane) atiende el local de su mejor amiga que le notifica que por el fin de semana solo recibirá un solo cliente, el doctor Paul Flanner (Gere) que va en busca de enfrentar unos demonios propios mientras Adrienne busca escapar de su vida familiar y de su esposo infiel.

El mundo está más que resuelto para ambos bandos, todos sabemos lo que va a pasar, pero queremos saber como fue tratado ese camino conocido por el autor Sparks y sobre todo por el realizador Wolfe.

Tomando en cuenta que está más que claro que el largometraje será totalmente de la relación de estos dos personajes, de repente nos encontramos pensando en las joyitas "Before Sunrise" y "Before Sunset" en donde Ethan Hawke y Julie Delpy son capaces de cargar con la película solo conversando y caminando. Pero aquí no pasa nada de esto.

Las historias de Sparks son todas cursis, flojas en muchos momentos y encima de todo su "punch line" siempre es una tragedia, parece que de esta forma, a traves de uno de los dos quiere destacar el amor verdadero, o sea, el que siente él que se queda desolado. Pero fuera de la novela, Wolfe no hace un mal trabajo, solo que tampoco sabe aprovechar la belleza de su locación y en ocasiones sus personajes y ambientes se ven forzados a estar dentro de cámara y hacen que el público le pierda brevemente el interés.

Musicalmente es otra cosa. Con canciones de Dinah Washington y Count Basie más las composiciones para los momentos emotivos le dan a "Rodanthe" un toquecito exquisito, que te permite disfrutar de minutos encantandores que te hacen recordar lo rico que es una compañia y de la química que pueden tener en ocasiones Gere y Lane con quién sea.

De la entrega es imposible no disfrutar la buena presentación del hotel, que aparece desde una tormenta de arena bien realizada como por arte de magia y también la escena de amor que con buenas disoluciones (aunque llegan a cansar) hacen los cambios entre el personaje de Lane y el de Gere; de seguro el editor Brian Kates quiso imitar una escena de la excelente Cidade de Deus.


La película es buena para estar acurrucadito con alguien, para a quien le gusta botar algunas lágrimas y para cogerle amor a las cartas escritas.

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