viernes, 24 de abril de 2009

The International (2009)

dirigida por Tom Tykwer
Aquí es muy difícil comenzar con buen pie las visitar al cine a principios de año, a pesar de que andamos ya por la mitad del cuarto mes, es costumbre de nosotros tener que esperar hasta el puro verano para obtener alguna película de calidad en la gran pantalla. Aunque nos llega con dos meses de atraso “The International” es una buena razón para ir a las salas de cine.

Partiendo desde el segundo año de una continua investigación a los hechos de corrupción de un banco (el IBBC, International Bank of Bussines and Credit) por el agente de INTERPOL Louis Salinger (un excelente, como siempre, Clive Owen) y la fiscal Eleanor Whitman (una ocasionalmente ausente Naomi Watts) el primer guión cinematográfico de Eric Singer es uno de mucha intriga, con algunos vacíos, pero que por sorpresa evita la semejanza a las grandes producciones hollywoodenses.

Por su lado, Tom Tykwer realiza su habitual trabajo. Un buen manejo de cámara en donde destaca su sapiencia en escenas de tensión y acción. A pesar de esto siento que la película fue un poco maltratada con la edición.

Clive Owen no deja duda de que es uno de los mejores actores en la actualidad. Con un estilo parecido a su interpretación en “Children of Men” de mirada perdida, particular a lo que sucede en el mundo que no tenga que ver con su persecución de derrocar al IBBC con lo cual está obsesionado. Se le ve sin mucho esfuerzo y sin embargo su personificación se mantiene genial.

Lo bueno de “The International” es que llega en un momento en donde la corrupción está a flor de piel y el guión de Singer es acertado, trillado en ocasiones, pero se mantiene lo suficiente para ser una buena pieza de acción que Tykwer supo interpretar a la perfección.

La historia fluye de una forma tan normal que uno como audiencia cree en la posibilidad de ese caso. Este tipo de películas son de las que no quieres hablar el mismo día que la viste sino que prefieres “dormir primero” y tener el pensamiento de que eso que acabas de ver puede estar pasando en el momento en que lees o yo escribo estas palabras.

La credibilidad y tensión aparecen en el rostro de Clive Owen en cada plano que Tykwer usa para explotarlo. Tykwer sabía muy bien adonde recurrir para crear los efectos que necesitaba el guión para que la película funcionase.


Los demás actores funcionan como complemento del personaje de Owen. Es a través de Salinger que sentimos la tensión y el hecho de sentirse inútil a la situación, algo que perfectamente vemos al final; que en mi opinión fue devastado con los recortes de periódicos posteriores que eran completamente innecesarios. Cuando la vean, que deben ir a verla, sabrán a lo que me refiero.

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